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enero 15, 2016Anoosheh Oskouian ha sido una soñadora toda su vida. Una cualidad que sus padres alentaron desde que era una niña en Irán y que, con el tiempo, la impulsó a migrar a Estados Unidos y la inspiró a convertirse en empresaria.
Oskouian, hoy de 52 años, nació en Irán, donde era costumbre que las familias acomodadas enviaran a sus hijos al extranjero a estudiar.
Así, tenía 14 años cuando llegó a Estados Unidos en 1978. «Era una buena estudiante y muy curiosa. Siempre quise explorar», señala.
Oskousian, la mayor de cuatro hermanos, se quedó con unos primos en Denver y se habituó a la vida allí, mientras tanto la situación en Irán cambió completamente.
«Vino la revolución iraní y yo no podía volver», explica.
Así que Oskouian se aplicó aún más para lograr el éxito en Estados Unidos, incluso se fue a vivir sola en su último año de bachillerato y se impuso a sí misma estrictos toques de queda. «Yo era la única en la escuela que vivía en su propio apartamento,» narra. «Lo hice porque mis objetivos eran diferentes a los de mis primos. Estaba persiguiendo el éxito».
En el año 2000 fundó Ship & Shore Environmental, instalando su sede en Long Beach. La empresa fabrica sistemas que ayudan a las empresas a disminuir la contaminación del aire y a los grandes fabricantes a cumplir con las normas de emisiones y la reducción de su huella de carbono.
«Nuestro modelo es único en la industria del control de la contaminación, porque el cliente encuentra todo lo que necesita en un solo lugar», añade Oskouian, que tiene un MBA y se formó como ingeniera química.
La empresa tiene oficinas en todo Estados Unidos con miles de clientes en el sector de los plásticos, los productos químicos, los automóviles y la impresión. Ha crecido a 100 empleados con un ingreso anual de 10 millones de dólares. Recientemente se expandió a China.
Oskouian quisiera ver a más mujeres directivas en su ramo. «Está muy dominado por los hombres. El 98% de nuestros clientes son hombres. Los ingenieros son hombres, los ejecutivos son hombres,» apunta.
Sin embargo, dice que nunca permitió que el género se atravesara en su camino.
La inspiró algo que su padre solía decir que cuando ella era joven: «Decía que es mucho mejor trabajar para ti mismo que para otra persona», relata la empresaria.
Así que tras pasar varios años trabajando en proyectos nucleares y petroquímicos en una firma de Texas, decidió emprender un negocio por su cuenta.
«Tenía una abrumadora necesidad de hacer algo más tangible que pudiera afectar positivamente el mundo en que vivimos», cuenta.
La pasión de Oskouian era el medio ambiente, que combinada con su conocimiento técnico le dio una perspectiva única al iniciar su compañía especializada en el control de la contaminación.
«Es un campo muy pujante debido a las mayores regulaciones que deben cumplir las empresas», expone.
Oskouian se hizo ciudadana estadounidense hace 25 años y pudo llevar a sus padres y hermanas a Estados Unidos en la década de 1990.
En octubre de 2015, fue nombrada finalista de los premios Stevie para mujeres empresarias por revolucionar la industria del control de la contaminación. También es miembro fundador del organismo sin ánimo de lucro C.H.I.L.D, que proporciona ayuda humanitaria para que los niños no abandonen la escuela.
«La organización también ayuda a las familias de refugiados iraníes que llegan a Estados Unidos a establecerse y conocer el entorno. Quiero proteger tanto a mi comunidad como al medio ambiente,» señala.
Fuente e imagen cortesía de: http://www.cnnexpansion.com