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El primer mandatario, Laurentino Cortizo anunció durante su informe de gestión anual ante el Parlamento, que el uso de la mascarilla como medida sanitaria preventiva, dejará de ser obligatorio desde el 11 de julio, tanto en espacios abiertos como cerrados, en todo el país.
Sin embargo, se mantendrá su uso obligatorio únicamente en instalaciones de salud pública y privada, y en el transporte público de pasajeros.
En marzo ya se había aprobado eliminar el uso de cubrebocas en espacios abiertos o al aire libre siempre que no hubiera aglomeraciones, una medida derivada de la baja en los casos y decesos por Covid-19.
El presidente Cortizo destacó que Panamá ha recibido “reconocimiento internacional» por su proceso de inmunización contra la Covid-19; sumando 8.396.284 dosis de vacunas aplicadas desde el 20 de enero de 2021, en este país de 4,2 millones de habitantes.
La cobertura de la inmunización en niños mayores de 5 años es de al menos 87,8 % con primera dosis; 78,5 % con segunda dosis, y 51,9 % con la primera dosis de refuerzo que se aplica al segmento de 16 años en adelante, según los datos oficiales.
La estrategia en el proceso de vacunación ha garantizado la inmunización «a todos los panameños» y ha sido un «factor determinante para la reactivación económica», afirmó el jefe de Estado.
Protección en oficinas y escuelas
Tras el anuncio realizado por el presidente Cortizo, el ministro de Salud, Luis Sucre enfatizó que en «escuelas, oficinas públicas y oficinas privadas, recomendamos que mantengan su mascarilla puesta, dependiendo también de cuántas personas haya en cada ambiente, evitar las aglomeraciones», sin embargo aclaró que no es obligatorio.
De igual forma, el ministro Sucre recomendó a pacientes inmunosuprimidos y a personas mayores de 65 años que continúen usando mascarilla para disminuir el riesgo de contagios.
